El nódulo tiroideo es un crecimiento focal que tiene lugar en la glándula tiroides, la cual se encuentra localizada en la región anterior y baja  del cuello. Yo siempre digo que lo podemos asimilar al carozo de un durazno donde el carozo es el nódulo y la pulpa que lo rodea es el tejido tiroideo normal de la tiroides. 
Los nódulos tiroideos pueden presentar un contenido líquido (quistes), si está formados por tejido predominantemente celular son sólidos, o bien mostrar una estructura mixta, sólida y quística. Independientemente de su estructura, los nódulos tiroideos pueden clasificarse de acuerdo a su naturaleza en benignos o malignos.
Los nódulos pueden ser únicos (bociouninodular) o, con más frecuencia múltiples, conformando un bocio multinodular.
En la gran mayoría de casos, los nódulos tiroideos no producen síntoma alguno, salvo la posible evidencia de un abultamiento localizado en la región anterior de la base del cuello que no siempre es visible. 
Cuando su volumen  es importante debido al crecimiento, pueden producir efectos compresivos sobre estructuras vecinas. Desviar la tráquea, comprimir el esófago o lesionar un nervio recurrente, produciendo ronquido o dificultad respiratoria, alteraciones de la deglución o disfonía. También pueden introducirse al mediastino superior, bocio cervico-toracico..
Si son nódulos hiperfuncionantes ( producen en forma autónoma hormona tiroidea demás), pueden dar lugar a hipertiroidismo, en cuyo caso pueden cursar con palpitaciones, nerviosismo, temblor y pérdida de peso. 
El crecimiento rápido, la consistencia dura y la aparición de ganglios son signos de sospecha de malignidad. Estos datos enfatizan la necesidad de realizar una adecuada aproximación diagnóstica y un plan de seguimiento evolutivo posterior.
 Diagnóstico
La inspección y la palpación que lleva a cabo el médico es el principal método para identificar la presencia de uno o varios nódulos tiroideos. Los nódulos pueden ser visto a simple vista y ser palpables. Teniendo en cuento que la posibilidad de discriminación de los dedos alcanza aproximadamente a los 15mm. Y si están profundo en el cuello menos todavía.
Actualmente los métodos de diagnósticos por imágenes  como por ejemplo la ecografía con transductores muy sensibles nos permiten encontrar nódulos de hasta 2 y 3mm. La ecografía nospermitio hacer diagnostico precoz de canceres que antes se descubrían mucho másgrandes.Es un procedimiento incruento, permite conocerlas características de cada nódulo y su vascularizacion, determinar la relación con las estructuras vecinas y la presencia de ganglios cervicales. 
Tenemos que conocer que se diagnostican muchos pacientes con nódulos, pero también debemos saber que la mayoría son benignos. 
Lo importante es descriminar entre nódulos benignos y malignos. La clínica, la palpación, la ecografía y la punción citológica con aguja fina (PAAF) nos acerca muchísimo al diagnóstico. 
La exploración que aproxima con mayor precisión a la naturaleza estructural del nódulo es la PAAF. La extensión de las células obtenidas permite clasificar a la citología del nódulo como benigna, maligna, indeterminada o insuficiente. Actualmente se utiliza para la información una clasificación denominada Bethesda que categoriza el informe citológico del I al VI.. La precisión se sitúa en torno a 95 por ciento, si bien no se alcanza esta cifra cuando los resultados son indeterminados (duda de adenoma o carcinoma folicular). 
Tratamiento
Cuando el nódulo es de pequeño tamaño, no cursa con alteraciones en la función y carece de características sospechosas, puede mantenerse una actitud terapéutica expectante, realizando revisiones periódicas con controles clínicos y ecográficos. 
Si el nódulo muestra crecimiento significativo reciente, produce síntomas compresivos derivados de su tamaño o existen resultados citológicos sospechosos o de malignidad, debe plantearse el tratamiento quirúrgico.
Pronóstico y seguimiento
Con el tratamiento médico es variable, si bien la mayoría de nódulos o bocios multinodulares de largo tiempo de evolución suelen mantener un comportamiento estable. 
Dada la importancia de obtener datos evolutivos, es necesario realizar controles periódicos que permitan identificar con precocidad alteraciones en el tamaño, características generales o en la función que obliguen a variar la pauta de tratamiento. 
El pronóstico de los nódulos malignos tras el tratamiento quirúrgico depende del tipo de carcinoma, tamaño del nódulo, amplitud de la resección y extensión metastásica.   El seguimiento postquirúrgico es realizado por el endocrinólogo. Él es el que indica la dosis ablativa de I131 si corresponde, indica el tratamiento con hormona tiroidea y realiza el seguimiento y control del paciente de por vida. 
Tenga en cuenta que esta información es sólo para fines educativos, y no para ofrecer consejo médico o profesional. No debe ser usada para diagnosticar o tratar un problema de salud o enfermedad. No sustituye de ningún modo el cuidado médico profesional.Si Usted tiene o sospecha que tiene algún problema de salud, debe consultar a su médico.

 Dr José Luis Novelli
Cirujano de cabeza y cuello.