Un joven de Bursaco, Buenos Aires, solicitó a la iglesia católica la disolución del vínculo bautismal que mantiene con el ex general Jorge Rafael Videla, al ser el séptimo hijo varón de su familia. Su padre fue desaparecido en la última dictadura militar.
Muchas veces en la vida no hay posibilidad de opción. Roberto Gastón Castillo no eligió que su llegada al mundo fuera en 1977 y que Videla estuviera, por entonces, al frente de la última dictadura militar como presidente de facto. Claro que tampoco pudo escoger quien sería su padrino de bautismo ya que al ser el séptimo varón de la familia, le correspondía cumplir ese rol al ex dictador. Y así fue como el10 de diciembre de 1977 ingresó a la iglesia católica de su mano.
La mamá de Gastón decidió solicitar el cumplimiento de la ley nacional 20.843 para que Videla fuera el padrino de su hijo con la intención de favorecer a la búsqueda de su esposo que, por entonces, hacía once meses estaba desaprecido.
Treinta y dos años después, decidió romper con ese vínculo. Fue el 3 de agosto de 2009 tras conocer que los restos de su padre habían sido hallados en el cementerio de Avellaneda, tras ser inhumado como nn y con signos evidentes de haber sido asesinado.
“Desde que tengo uso de razón mi madre me comentó lo que pasó con mi papá y tuve siempre mucha bronca, no lo hablaba con nadie y me lo guardaba para mí hasta que lo hablé con mis hermanos más grandes”, sostuvo Gastón en diálogo con el periodista Alberto Lotuf en A Diario (Radio 2). El rechazo a esta relación impuesta se volvió más fuerte cuando un grupo de compañeros de uno de sus hermanos decidió abordar el tema a través de un video, para lo cual investigaron al respecto y comprobaron que la iglesia no estaba de acuerdo con diluir este vínculo religioso.
Entonces, decidió acudir al abogado Hernán Jaureguiber, quien elevó una intimación a la iglesia católica dirigida al cardenal Jorge Mario Bergoglio. También en conversación con Radio 2, el letrado comentó: “Antes de esto hicieron muchas gestiones que resultaron fallidas porque la iglesia sostiene que que no puede anular un sacramento ni realizarlo de nuevo porque es indisoluble”.
Sin bajar los brazos consideraron la posibilidad de exigir la anulación del bautismo, sin embargo, entendieron que no era justo que Gastón renunciara a su religión. Finalmente, optaron por enviar una carta e “intimar formalmente a la iglesia en la persona de la máxima autoridad jurídica, el cardenal Jorge Bergoglio”, explicó.
En este sentido, el abogado expresó: “Ahora estamos esperando la respuesta para eliminar la figura del genocida en el bautismo de Gastón” y agregó: “Yo soy hombre de derecho laico donde todo lo que repugna al derecho público puede ser removido; desconozco si el derecho canónico puede establecer esto a sus propios actos”.
“Yo quiero sacármelo de encima, es un asesino que hizo tanto mal a gente inocente”, señaló Gastón y se mostró esperanzado: “Esperemos a ver qué pasa con la Justicia”.