La frase con la cual el intendente Miguel Lifschitz celebró la confirmación de que el rally Dakar pasará por la ciudad el 2 de enero de 2011 -quien calificó a la región como “fierrera”- se le volvió en contra como un bumerang. Pablo Yáñez, integrante de la Asociación Amigos del Autódromo, recordó que ese espacio local fue cerrado por el municipio y reclamó su reapertura.
En diálogo con Radiópolis (programa de Radio 2), Yáñez no ocultó su sorpresa de que el socialista haya dicho que “muchos no tienen conciencia que, después del fútbol, el deporte que más mueve multitudes es el automovilismo”. “No lo puedo creer si él nos cerró el autódromo”, dijo y agregó que cuando estaba abierto “lo manejaron como un desastre”.
Según el amante de los fierros y conductor de motos, en ese espacio “sólo se mantienen parte de las picadas porque todo el mundo paga una entrada y como la Municipalidad hace varios años que dejó de limpiar y cortar el césped con las entradas se realizan esos trabajos”.
El miembro de la Asociación Amigos del Autódromo lamentó la ausencia de carreras de autos en Rosario que era “impresionante la cantidad de gente que iba a verlas y a pagar entrandas, pero hace años que no se hace nada”.
Yáñez recordó que “el año pasado fuimos a verlo al intendente y no nos atendió” e ironizó: “Se ve que el automovilsimo no es tan importante”. Según el amante de las carreras, el autódromo es un espacio “hermoso” que fue cerrrado por el reclamo de vecinos por los ruidos molestos pero que se mudaron al lugar cuando esa institución ya existía.
“Vos te fijás antes de ir a vivir a un lugar qué hay, antes de comprar una casa o alquilar donde ya estaba el autódromo”, aseguró y sugirió que el cierre del autódromo “sólo lo puede hacer gente con mucho poder”.