Gracias a los avances tecnológicos y a un equipo de científicos estadounidenses, se logró crear el primer “ovario artificial” capaz de desarrollar por sí sólo ovocitos (células germinales femeninas), para luego transformarse en óvulos maduros.
Estos avances podrían suponer que se trataría del primer órgano artificial que comprende la fertilidad femenina, y así preservar la reproducción en mujeres que han sido sometidas a tratamientos severos como la quimioterapia.
Según una de las investigadoras del equipo, el ovario artificial no sólo será un auténtico “laboratorio viviente” para el estudio de cuestiones fundamentales sobre cómo funciona un ovario sano, sino que también servirá como plataforma de análisis de cómo ciertos problemas, como la exposición a toxinas u otros productos químicos, pueden afectar a la maduración y a la salud de los óvulos.
El funcionamiento sería sencillo: los óvulos aún inmaduros serían extraídos del organismo y congelados antes del inicio de la quimioterapia o de la radiación, para hacerlos madurar posteriormente fuera de la paciente en el ovario artificial, explican los científicos.