Según las conclusiones, la zona sensible situada aparentemente en la parte frontal de la vagina –según el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg quien la descubrió hace más de 50 años– sería realmente un mito "estimulado por las revistas y los terapeutas sexuales".
La teoría de Gräfenberg había sido ratificada, en parte, en mayo de 2008 por un tal Emmanuele Jannini, un ginecólogo italiano que da clases en la Universidad de L'Aquila. En su estudio el médico aseguró que algunas mujeres tienen punto G y otras no.
El nuevo estudio publicado este miércoles, indica que el punto G de la mujer podría ser algo subjetivo.
Las mujeres entrevistadas para el nuevo estudio eran gemelas o mellizas y, al ser interrogadas por la presencia de su punto G, ninguna pareja de hermanas coincidió en la respuesta pese a su similitud genética.
"Si una de las gemelas idénticas respondía que sí, se esperaba que la otra, que tenía genes idénticos, también tuviera la zona erógena, pero este patrón no se produjo", señalan los autores de la investigación.