Vuelve al cine una leyenda viva. Se trata del actor francés Alain Delon. La actuación llega a la Argentina de la mano de la tercera adaptación al cine con personajes reales del famoso cómic Asterix. En este caso, "Asterix en los Juegos Olímpicos" se estrenará este jueves 8 de enero y está protagonizada por Alain Delon y Gérard Depardieu. La comedia de aventuras fue dirigida por Frédéric Forestier y Thomas Langmann.
El regreso al cine de Alain Delon
Después de años de silencio, el actor interpreta a Julio César en Asterix en los Juegos Olímpicos, que se estrenará mañana en la cartelera local
Después de "Astérix y Obélix contra el César" (1999) y "Astérix y Obélix: Misión Cleopatra" (2002), la tercera entrega fue producida por Francia, España, Italia, Alemania y Bélgica.
La nueva aventura de Asterix relata la lucha de Lunátix, un joven guerrero intrépido y romántico, por alcanzar el amor de la sublime princesa griega Irina. Para lograrlo, decide desafiar a Bruto, el hijo de Julio César, que también compite por el amor de la princesa. Así, los dos se enfrentarán en los Juegos Olímpicos.
Para lograr el triunfo, Asterix, Obelix y Lunátix utilizarán la famosa poción mágica de Panorámix con la que irán ganando todas las pruebas para dar una buena lección al César. (Reporter)
Desafiando los desánimos y hasta la depresión, Delon volvió al cine. Hace poco, mientras pasaba el fin de año en la estación turística suiza de Crans-Montana al lado de sus hijos menores Anouchka, de 18 años, y Alain-Fabien, de 15, frutos de su matrimonio con la modelo holandesa Rosalie van Breemen, volvió a confesar que hoy sólo ellos lo atan a este mundo: quiere permanecer cerca por lo menos hasta que estén capacitados para afrontar las dificultades de la vida. "Si no dijo, podría partir mañana; ya lo he tenido todo."
Después de sus éxitos de los años 60 y 70 A pleno sol, El eclipse, El gatopardo, Adiós al amigo, La piscina, El asesinato de Trotsky, El otro señor Klein y de algún esporádico acierto posterior, Delon había dado por concluida su carrera con Los profesionales, aquella broma entre compinches que compartió hace diez años con su amigo Jean Paul Belmondo; sólo apareció fugazmente en un film de Bertrand Blier, Les acteurs. Pero aceptó sumarse a este tercer capítulo de Asterix porque le gustó el guión y porque lo sorprendió la propuesta, tan alejada de la imagen que el público conserva de él. Aunque según algunos maliciosos, aceptó porque sólo un personaje de la talla de César debe de haberle parecido a la altura de su fama.