Horacio González ve al bibliotecario como mediador entre la cultura de los libros y su usuario. La biblioteca es para él “un sistema de interrogación sobre la cultura contemporánea y los legados culturales en general, y una de sus tareas es promover. En segundo lugar, tiene que adecuar todos los instrumentos tecnológicos que hay en el mundo, porque todas las formas de catalogación han cambiado con relación a las posibilidades tecnológicas”.