Antes que nada, hay que hervir los repollitos en agua con sal; sólo unos minutos para que queden turgentes.
En una sartén caliente, en mínima cantidad de aceite neutro, dorar una cebolla de verdeo (cortes pequeños de las hojas y el tallo) y agregar unas fetas de jamón cocido (cortadas en finas julianas).
Saltear y agregar los zapallitos. Salpimentar. Añadir finalmente 3 cucharadas de crema de leche y queso parmesano rallado.
En pocos minutos, rico, sano y nutritivo. Como todos nuestros mediodías.