Los investigadores lograron detectar que cuando los elefantes ven a un masai, levantan sus trompas para orientarse hacia el olor y huyen. En cambio, si detectan a personas de la tribu kamba, que se dedican a la agricultura y no implican amenaza alguna para ellos, no muestran el mismo temor.
"Sospechábamos que eran capaces de distinguir entre los diferentes grupos humanos según el nivel de riesgo que les suponen y no nos han decepcionado", explicó Richard Byrne, quien dirigió el estudio. "Es la primera vez que se demuestra que un animal puede diferenciar a otra especie depredadora en subtipos basándose en estos signos", agregó Lucy Bates, psicóloga cognitiva.
Además, los científicos mostraron a los animales ropas limpias y materiales utilizados por los masai y los kamba. La reacción fue inmediata: no huyeron tan rápido ni lejos al oler las ropas limpias ni al olfatear las que habían vestido cinco días los kamba, pero sí ante las vestidas por los masai.
Los investigadores presentaron también a los elefantes materiales rojos, el color con que se visten los masai, y blancos. Ante el rojo corrían y sacudían la cabeza de modo agresivo.