“Lo que está pasando es que los empleados de jornada reducida, que no llega a 35 horas semanales, se convierten en trabajadores de tiempo completo”, explicó al especialista en diálogo con el programa Tempranísimo de Radio 2. El promedio da que se trabaja una hora y media más que hace un año.
Sin embargo, este fenómeno tiene un costado negativo: es que hay gente que trabaja menos de 35 horas porque no puede hacerlo por más tiempo, por ejemplo porque tiene que cuidar a sus hijos. “Cuando se destruyen puestos de menos de 35 horas se afecta al que no puede trabajar en forma prolongada”, agregó.
En cuanto a los rubros que mayor crecimiento tuvieron, la construcción sigue a la cabeza.