Por ley, los discapacitados viajan gratis. En los traslados dentro de la ciudad, la franquicia cubre sus movimientos. Pero si se trata de viajes más largos tienen la posibilidad de obtener pasajes gratuitos. El problema es que, en la práctica, muchos de ellos no consiguen que esta norma se cumpla y si lo hacen es luego de sortear algunas trabas de las empresas –ya que cada una plantea sus propias reglas a la hora de emitir los pasajes– y a fuerza de insistir e insistir.