Dentro de los países del sudeste asiáticos, muy golpeados por la crisis financiera mundial, uno de los más afectados ha sido Filipinas.
En ese marco, el impacto se ha trasldado rápido a la economía real, con despidos y suspensiones, sobre todo en la industria textil.
Esta situación ha motivado protestas de trabajadores, como la que protagonizaron este miércoles empleadas de una fábrica de lencería que, pese a todo, no perdieron el humor. Realizaron una manifestación en la que se expusieron su propia ropa interior.