Este lunes, en la facultad de Entre Ríos al 700 no se dan clases y tampoco se toman exámenes. La medida se debe a que un grupo de estudiantes se opone a una resolución del Consejo Directivo que pretende incorporar un servicio de seguridad privada. Y en ese marco la mayoría del cuerpo docente y no docente decidió no desarrollar actividades.
Sin embargo, para Ransisni el malestar reinante va más allá de esta situación: “No se puede seguir dando clases ene este marco de intranquilidad, no sólo por la violencia sino porque un sector minoritario de alumnos impide que el Consejo gobierne”, remarcó y reflexionó: “Así no hay garantías de seguridad”.
La facultad de Humanidades se convirtió desde hace unos años en el blanco de distintos actos de vandalismo, ataques, robos y destrozos. Por lo tanto, las autoridades junto con la comisión de Seguridad resolvieron contratar vigilantes para el edificio. Aunque, la iniciativa se votó favorablemente el 19 de abril en una asamblea convocada por el Consejo Directivo, un grupo de alumnos decidió expulsar al persona de vigilancia cuando intentaron ingresar al edificio.
En tanto, un grupo de estudiantes arrancó una cadena de correos electrónicos en los que piden que haya clases y cuestionan la actitud de los docentes y la discusión entre la seguridad privada y no privada. En el mail, los estudiantes invitan a los lectores a sumarse a su postura contra la inactividad en la casa de estudios, reenviando el mail a otros contactos.
Los alumnos sostienen que apoyan “la Democracia, la posibilidad civil de estudiar, los cambios necesarios para mejorar la calidad educativa y la seguridad para todos (¿importa si es privada o no?)”, agregan entre paréntesis a modo explicativo.