Lalo Falcioni (enviado a Luján)

Durante la mañana, el paisaje del Resort de Campo y Polo fue una perfecta postal campestre. Los jugadores de Newell’s tuvieron media jornada libre y durmieron hasta casi el mediodía, entonces las 60 hectáreas del club permanecieron inalterables, solo salpicadas por algunos caballos que retozaban y un par de integrantes del cuerpo médico que salieron a caminar y a despuntar un rato el hobby del golf.

La primera actividad de los futbolistas fue la atención a la prensa en el salón Aromo 3, perfectamente dispuesto para el trabajo de los cronistas y todo supervisado por Santiago Ramos, el hombre de prensa del club que está junto con la delegación leprosa en Luján.

Sebastián Peratta, Milton Casco y Marcos Cáceres, en ese orden, se sentaron frente a los micrófonos y dieron sus testimonios. Luego llegó el momento del almuerzo y un tiempito para hacer correctamente la digestión.

Mientras los jugadores se desperezaban, Jorge Pautasso junto con el resto de los colaboradores de Martino y los utileros se dirigieron a la cancha principal del predio y cubrieron la superficie de vallas, sogas, conos y cintas.

Por la tarde el plantel dejó la comodidad del edificio de estilo colonial y los protagonistas leprosos transpiraron bajo el cielo nublado de esa parte de la provincia de Buenos Aires. Pero eso quedó en la intimidad rojinegra, ya el entrenamiento fue a puertas cerradas, como todos los que vendrán de aquí al sábado, día pautado para el regreso a Rosario.

Este martes también se ausentó el defensor Víctor López, afectado por un duro problema personal.