El ex dictador chileno, Augusto Pinochet, falleció a las 14.15 –de Argentina– en el Hospital Militar de Santiago, donde había sido internado hace una semana tras sufrir un infarto. Aunque la noticia desencadenó una serie de protestas de quienes pedían duelo oficial y de los que se oponían a esa medida desde el gobierno chileno anunciaron que no habrá honores de Estado para la despedida de los restos de Pinochet.

"Se lo velará de acuerdo a las características propias de un ex comandante en jefe del Ejército pero no como ex presidente de la Nación. Los restos serán velados en la capilla de la Escuela Militar de Santiago el martes a las 11 y se permitirán las banderas a media asta en las instituciones militares", anunció el vocero del gobierno chileno, Ricardo Lagos Weber.

En tanto, Weber aclaró que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, –cuyo padre fue torturado durante el régimen militar y ella y su madre fueron detenidas– no participará de los actos fúnebres. En representación del Estado concurrirá a las exequias la actual Ministra de Defensa chilena.

La muerte fue confirmada a través de un breve comunicado del centro de salud poco después de un parte que reportaba una mejoría en la salud del ex gobernante. La muerte del ex dictador desencadenó manifestaciones a favor y en contra en las calles de Santiago.

Pinochet, de 91 años, llegó al poder tras un golpe de Estado concretado el 11 de septiembre de 1973, en diciembre de 1974 asumió como presidente de la república y simultáneamente conservó el cargo de comandante en jefe del ejército hasta 1998, ya reinstaurada la democracia.

Hace una semana sufrió un infarto agudo al miocardio y un edema pulmonar. En esos días, hasta un sacerdote le dio la extrema unción de los enfermos debido al panorama que presentaba la salud del ex dictador. Sin embargo, desde el miércoles Pinochet presentó leves mejorías y su estado de salud era estable.