Cerrados los comicios y a la espera de los primeros números de la elección, la jornada en el búnker del Frente Progresista comenzó en torno al televisor que dejaba ver el partido de River y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pareció que ese momento marcó el resto de noche en el hotel Ariston. Porque las primeras noticias se conocieron como gritos de gol: el senador Juan Carlos Zabalza estaba loco de contento por haber ganado en Correa, tierra histórica del PJ, y tiraba puños al aire antes de dar una nota.