Ni parte del gobierno ni opositor franco. En ese lugar quedó el ex ministro de Economía Roberto Lavagna después de aceptar el ofrecimiento del ex presidente Néstor Kirchner para reorganizar el Partido Justicialista y en ese terreno parece estar parado por el conflicto de las retenciones. “No es un tema para plantear por retenciones sí o retenciones no, esto no es blanco y negro”, señaló.
En ese sentido, argumentó que al finalizar el año 2005 la economía nacional gozaba de un superávit de cuatro puntos y medio pero durante 2006 y 2007 se gastaron dos puntos y medio por lo que “el gobierno quiso de un sólo golpe resolver el problema con las consecuencias que todos conocemos”.
Lavagna planteó en diálogo con el periodista Alberto Lotuf por Radio 2 que las retenciones son una herramienta útil pero criticó que se iguale a los pequeños productores con “los 250 pooles de siembra”, además de pedir que se “coparticipe una parte con las provincias”.
El ex candidato a presidente por la agrupación UNA aprovechó además para advertir sobre los problemas estructurales del modelo económico: “El campo no ha sido más que un tema importante que se ha agregado al problema de la inflación”. Y apuntó que además de los salarios y las jubilaciones la suba de precios “también se come el valor del dólar y le quita competitividad de algunas empresas y en consecuencia perjudica el empleo”.
“El modelo se empieza a deshilachar un poco”, lanzó para luego enumerar que “se empieza a emitir deuda por diversos factores, entre ellos el tren bala”. A pesar de las críticas, aseguró que “todavía hay tiempo” para corregir el rumbo y que “el modelo es sólido”.