"Tenemos una dieta culturalmente muy monótona, que se apoya en la carne vacuna y la harina de trigo. También consumimos leche, pero eso está disminuyendo, y aún es muy bajo el consumo de otras carnes, como el pescado y el cerdo, cuyo perfil saludable mejoró muchísimo", explicó el doctor Sergio Britos, investigador del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA.