“Lamentablemente las fugas se reiteran”, apuntó Morgan en referencia a la repetición, como característica usual en la mayor parte de los chicos que se van de sus casas. “Los padres no tienen o tienen muy poco control sobre estos chicos”, advirtió.
Según el jefe policial, este tipo de casos son denunciados por los padres o familiares del chico desaparecido en las comisarías. Muchas veces, desde allí solicitan la intervención de Seguridad Personal, que colabora en el procedimiento. “Esos 246 chicos fueron todos encontrados en la calle y devueltos a sus familias”, afirmó.
Para Morgan, estos menores “padecen de un problema de conducta. Muchos abandonan sus casa infundados por alguna amistad o sólo porque ven una aventura en esto de irse”, explicó. De acuerdo a su relato, una vez que son llevados a sus domicilios, buscan interceder entre los menores y sus padres para tratar de crear un clima cordial que no promueva otra fuga.
“Hace un mes devolvimos a su casa a un nena en Villa Gobernador Gálvez. Apenas entró, mientras hablábamos con su madre, se estaba tratando de escapar por la ventana”, relató el policía como ejemplo de los casos más extremos. “Impedimos la fuga y con el Juzgado de Menores intercedimos entre las partes y finalmente la chica se quedó junto a su madre”, finalizó.