Los primeros síntomas aparecen ya durante el cursado, cuando los alumnos se tensionan a la hora de participar en clases y temen formular preguntas o dirigirse al profesor. Según consignan los expertos en ansiedades sociales, las personalidades más propensas a desarrollar estas fobias son las introvertidas, exigentes y obsesivas.
La psicopedagoga Ana Caraballo destaca que en los últimos años creció el número de estudiantes universitarios en busca de ayuda y asesoramiento personalizado para superar estas situaciones estresantes. En tal sentido, el “coaching estudiantil” es una propuesta innovadora que surgió para procesar estas situaciones conflictivas. Se trata de un programa de entrenamiento continuo, basado en el management, para que los estudiantes aprendan cómo estudiar y se capaciten para formar una guía de estudio propia.
La idea fue pensada en principio para estudiantes secundarios, pero cada vez son más los universitarios que consultan para sumarse a esta modalidad de estudio. Un “coach” es capacitado sobre todo para transmitir una metodología de estudio que logre el autoconocimiento del alumno y desarrolle técnicas para evitar los problemas de concentración o los “bloqueos” que no permiten la comprensión de las consignas en una situación de examen.
En la mayoría de las ocasiones las clases de apoyo son dictadas por universitarios de las carreras de medicina, psicología, ingeniería y ciencia política, que interactúan con los estudiantes de manera más natural, dada la poca diferencia de edad que facilita la generación espontánea de una relación de confianza.
Fuente: Perfil