Una campaña solidaria busca que un joven ciego pueda ser papá y que su hijo no padezca su misma enfermedad. La iniciativa es impulsada por el veterinario Carlos Cossia, quien atiende al perro lazarillo de Marcelo, el protagonista de la historia. El objetivo: juntar 50 mil pesos para afrontar los gastos de un tratamiento que posibilitaría que el bebé nazca sano.

Marcelo tiene 32 años y hace 4 años mantiene una relación amorosa con Lorena, de 38 años. Dos años de convivencia y la consolidación de sus sentimientos, los llevó –como a muchas parejas– a querer ser padres. Sin embargo, existe un obstáculo que los frena: la enfermedad de él que, en un 50 por ciento, es transmisible a un hijo o hija.