En la ciudad de Xi´an, Zhang, un joven de 24 años, elabora los complicados caracteres chinos a la vista de sus vecinos. Y por ahora es el único hombre del mundo capaz de hacerlo.
Claro que la lengua de este chino no sólo se destaca por la habilidad sino por una importante dimensión –llega a lamerse la punta de su nariz–, lo que le facilita el particular ejercicio de la escritura.
Pero Zhang descarta que esto se trate de un don y asegura que su lengua no es más larga que otras. "Simplemente tiene una capacidad innata", manifestó, citado por el diario Sanqin City News.