La selección española apabulló a Grecia en la final del Mundial de Japón y se quedó por primera vez con esta copa. Lo hizo con una inusitada facilidad, teniendo en cuenta que se trataba de una final: fue 70-47.

España dominó el pleito de principio a fin y no tuvo mayores inconvenientes en suplir la ausencia de su máxima figura, Pau Gasol, quien no pudo jugar porque sufrió una fractura en el partido con la Argentina.

José Calderón y Juan Navarro cumplieron una extraordinaria labor y comandaron la ofensiva española, apoyados por los triples de Jorge Garbajosa, elegido el jugador más valioso de la final.

Por su parte, Grecia, que en las semifinales había eliminado al poderoso conjuntos de los Estados Unidos, mostró una pálida imagen.

Pese a no jugar en la final, Pau Gasol fue elegido el jugador más valioso del certamen.