Cerca de veinte perros mueriron en los Estados Unidos luego de comer un alimento que estaba contaminado con una sustancia que, en otros países, se utiliza para matar ratas.

La situación causó graves inconvenientes a la compañía Menu Food, responsable del alimento, que contenía una toxina prohibida en EEUU que causó fallos renales a perros. Si bien los lotes contaminados se retiraron del mercado fue demasiado tarde para algunos animales.