Michael Gill dice que este templo, que tiene 14 metros de altura, podría revolucionar a la Iglesia Anglicana, que ha experimentado una disminución en la asistencia de feligreses en el transcurso de los años.
Los pastores podrían llevarlas en la parte trasera de un camión e instalarlas en predios o en plazas para celebrar servicios religiosos improvisados, indicó.
"Esto podría cambiar la percepción de la Iglesia de Inglaterra. Es revolucionario. Está acorde con el siglo XXI", dijo Gill. Y añadió: "Si la gente no va a la iglesia, entonces la iglesia necesita ir a la gente. Esta es una manera de hacerlo".
Gill dice que planea presentar la iglesia en una exhibición cerca de Londres el próximo mes, y ya ha tenido pedidos de países tan diversos como Bélgica, Estados Unidos y Corea del Sur.
La iglesia está pintada a mano y tiene ventanas de PVC. "Filtran la luz perfectamente, como las vidrieras reales", dijo Gill.
El fabricante de estas singulares iglesias ha escrito al Papa para ver si el Vaticano está interesado en comprar una. "Me he dirigido a él personalmente", dijo.
Por último, si la iglesia tiene éxito, Gill planea diversificar su producción, fabricando tabernas y centros nocturnos inflables