En el marco de un encuentro sobre nutrición temprana que se desarrolló en Rosario, un grupo de especialistas reveló que los factores ambientales –tales como la nutrición, los cuidados de la salud, la higiene y la educación– influyen en la salud futura del niño hasta en un 80 por ciento, muy por encima del 20 por ciento que reportan los condicionantes genéticos

El dato se desprende de las conclusiones del simposio sobre programación nutricional temprana "Una ventana de Oportunidades para la salud de por vida", organizado por Nutricia-Bagó.

Para los especialistas, la nutrición es un factor de gran relevancia para favorecer un crecimiento saludable. “Si se logra que los niños tengan la mejor nutrición durante los primeros mil días de vida, la batalla por un desarrollo saludable estará prácticamente ganada”, explicaron.

En concreto, señalaron que mientras la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), tales como obesidad, alergia, diabetes y enfermedad cardiovascular, está incrementándose rápidamente, la última evidencia científica sugiere que como máximo el 20 por ciento del desarrollo de la salud futura del bebé y el riesgo de enfermedad está determinado por sus genes.

Aunque los genes heredados al nacimiento no pueden cambiarse, el cuidado integral del bebé durante el período que va desde la concepción, gestación y después del nacimiento a lo largo de la primera infancia, puede influir en la forma en que funcionan los genes.