Mientras miles de chilenos salieron a celebrar a las calles de Santiago y el resto del país la muerte de Augusto Pinochet, el subsecretario del Interior aseguró que el gobierno tenía absolutamente previsto este tipo de manifestaciones y pidió calma.

El funcionario aseguró, además, que se ha registrado "un número muy menor de incidentes" y reiteró que se han adoptado medidas preventivas con el objetivo de "evitar situaciones que vulneren los derechos y garantías de las personas".

Al llamado de la autoridad se sumó el del presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Alejandro Goic, quien pidió respetar el dolor de la familia Pinochet.

"Más allá del juicio histórico del general Pinochet, la actitud que corresponde es la actitud de respeto", afirmó Goic, quien agregó que no es bueno que los chilenos salgan a celebrar la muerte del militar e instó a tener "serenidad y cordura".

Miles de personas se han volcado a las calles para celebrar la muerte de Augusto Pinochet en todo el país, mientras, paralelamente, sus partidarios se han congregado en el Hospital Militar donde falleció y donde aún permanecen sus restos.

La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) realizaba una marcha multitudinaria hacia el palacio de La Moneda, mientras en la Plaza Italia, centro de reuniones tradicional de Santiago, se congregan otros miles de detractores del fallecido general, de 91 años.

Las marchas y manifestaciones han obligado a una serie de desvíos del tránsito en el centro de la capital.

En tanto, en las poblaciones emblemáticas por su lucha contra la dictadura militar, cientos de habitantes salieron a las calles para manifestar su alegría por la muerte del ex jefe militar, festejos que se han replicado en otros puntos del país.

En otros sectores populares de Santiago se han levantado incluso barricadas para festejar, mientras diversos grupos han convocado para esta noche a una "marcha por la alegría".