"De puro milagro el candidato demócrata no ha sufrido la suerte de Martin Luther King, Malcolm X y otros, que albergaron sueños de igualdad y justicia en décadas recientes", sostiene el cubano en una columna de "Reflexiones", difundida en Internet.
En el artículo en que analiza las elecciones que se desarrollarán en Estados Unidos el mes que viene, Castro afirma también que en ese país hay "un profundo racismo" y que "la mente de millones de blancos no se reconcilia con la idea de que una persona negra con la esposa y los niños ocupen la Casa Blanca, que se llama así: Blanca", ironizó.
A favor del aspirante demócrata, destacó que tiene "el hábito de mirar al adversario con serenidad y reírse de los aprietos dialécticos de un oponente que mira hacia el vacío", en referencia al republicano, John McCain, de quien escribió: "Fue uno de los peores alumnos de su curso en (la academia militar de) West Point", y "no sabía nada de Matemáticas, según confiesa, y es de suponer que mucho menos de las complicadas ciencias económicas".
Echando mano a su hábil manejo de la sorna, afirmó que "lo que más abunda en McCain son los años (tiene 72), y su salud no es en lo absoluto segura". Y advirtió que "sin duda, su adversario lo supera en inteligencia y serenidad".
De la pluma filosa tampoco quedó a salvo la candidata a vicepresidente republicana. "Si algo ocurriera con la salud del candidato republicano, si lo eligen", lo reemplazará "la señora del rifle e inexperta ex gobernadora de Alaska", Sarah Palin, como presidenta de Estados Unidos.
El ex presidente repartió luego cachetadas por igual al afirmar que ambos candidatos "tratan de persuadir a los desconcertados votantes (...) sin el menor propósito de verdaderos cambios en lo que consideran el más perfecto sistema económico que ha conocido el mundo".
Respecto de la brutal crisis financiera, Castro opina que las medidas de rescate llevadas a cabo por el gobierno de Bush, "traerán más inflación, más devaluación de las monedas nacionales, más pérdidas dolorosas de los mercados, menores precios para las mercancías de exportación, más intercambio desigual".
No obstante, rescató en su artículo titulado "La ley de la selva", que también llevarán "a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones".
Y pronosticó que "cuando el funcionamiento de los bancos se normalice, los imperialistas se los devolverán a las empresas privadas, como hizo algún que otro país en este hemisferio", y concluyó: "El pueblo paga siempre las cuentas".