Lograr el aumento de la alfabetización de adultos es valorar la educación permanente durante toda la vida; y capacitarse mejora las posibilidades de empleo. Desde esta perspectiva, la Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente –dependiente del Ministerio de Educación de la Nación- desarrolla un programa que contiene políticas educativas para la educación de jóvenes y adultos para, entre otros objetivos, “promover la acreditación de la Educación General Básica y la Educación de nivel medio para jóvenes y adultos (…), a partir de la distribución de libros y módulos de material semipresencial gratuito”.
Es importante pensar que la alfabetización “no es una meta sino el comienzo de los estudios”; ya que en este Programa Nacional de Alfabetización pueden participan ciudadanos mayores de 15 años que, por variadas razones, no pudieron ingresar al sistema educativo. Para ello, el trabajo se realiza en una primera instancia, “con alfabetizadores voluntarios (integrantes de organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, agrupaciones barriales, organismos religiosos, institutos de formación docente y otras)” y con docentes del programa, en los centros de alfabetización que funcionan en organizaciones de la “sociedad civil, casas de familia u otros espacios, así como en escuelas o centros educativos del sistema formal”. Los lineamientos expuestos en este programa recomiendan realizar los encuentros tres veces por semana, entre dos y tres horas, cumplimentándolos en cinco o seis meses para lograr los objetivos propuestos.
Los impulsores del programa esperan que “las personas que culminen el proceso de alfabetización continúen sus estudios hasta lograr la certificación de la escolaridad básica”, por esta razón se prevé la producción de libros de lectura para la postalfabetización, módulos para docentes y estudiantes; y material para que en cada Centro se pongan en cuestión los temas que giran en torno al trabajo y la empleabilidad; también materiales para la primera etapa de la Educación General Básica que promueva la continuidad de la formación de los jóvenes y adultos alfabetizados a través de la “renovación pedagógica y el desarrollo curricular en el área de matemática y favorecer la organización modular para lograr un desarrollo curricular flexible”.