Según publicó este viernes el matutino ghanés The Chronicle, tras haberle cortado el agua y la electricidad, las autoridades portuarias intentaron acceder a la Fragata y “exactamente a las 6.15 los argentinos salieron con rifles automáticos amenazándolos, si trataban de subir al barco a través de cualquier otro medio”.
La situación en el muelle se prolongó durante horas, hasta que llegó la embajadora argentina en Nigeria, Susana Pataro, quien consiguió que la tripulación que quedó a bordo (44 marinos y el capitán), “depusiera las armas hacia la noche”.