El seleccionado masculino de Francia se consagró campeón del mundo al derrotar por 33-26 a Noruega, que por primera vez en su historia accedió a un partido definitorio internacional, en la final del XXV Mundial de handball que se disputó en el estadio de París-Bercy.

De esta manera, Francia se alzó con su sexto trofeo mundialista, el cuarto de los cinco últimos que se disputaron (Islandia 1995, Francia 2001, Croacia 2009, Suecia 2011 y Qatar 2015), con lo cual volvió a poner en evidencia la hegemonía que desde hace años exhibe en el mundo del balonmano.

Los franceses consiguieron reponerse del duro golpe que les significó la derrota 28-26 ante Dinamarca en la final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

En el primer tiempo, los 'Galos' tuvieron que esforzarse y sacar a relucir toda su chapa para descontar una desventaja de tres goles que silenció a los hinchas locales.

Los 'Blues', con un brillante arquero Vicent Gérard brillante y una auténtica muralla defensiva, comenzaron a liquidar la historia en los primeros ocho minutos del segundo tiempo, cuando lograron sacar una renta de cinco goles que se hizo irremontable para los nórdicos.

Francia cerró la competencia con nueve victorias, en tanto que Noruega perdió dos encuentros, ambos contra los locales, que se habían impuesto 31-28 en la fase de grupos.

El tercer lugar en el podio quedó para Eslovenia, que en derrotó a Croacia por 31-30.

Fuente: Télam