Determinadas mutaciones genéticas aumentan considerablemente el riesgo de incurrir en el tabaquismo, según un estudio realizado por investigadores de las universidades alemanas de Bonn y de Heidelberg en cooperación con la Harvard Medical School.
La Universidad de Bonn difundió este miércoles algunos aspectos del estudio en el que se llega a la conclusión de que los factores genéticos determinan en un alto porcentaje –entre el 50 y el 75 por ciento– la tendencia al tabaquismo. El resto lo hacen factores sociales como el estrés o los malos ejemplos.
Los investigadores analizaron mutaciones genéticas en 4.300 alemanes, fumadores y no fumadores. El estudio muestra que en pacientes en que el gen TPH1 es objeto de una mutación se da con más frecuencia y mayor intensidad la adicción al tabaco.
El cambio de un sólo elemento en el gen TPH2, además, lleva a muchos pacientes a empezar a fumar a menor edad. Los dos genes desempeñan un papel importante en la generación de serotonina, un neurotransmisor cuya escasez tiene una correlación con la depresión y con el riesgo de la adicción a las drogas. En el caso del TPH2, sin embargo, hay un detalle problemático en el estudio y es el efecto observado en pacientes mayores que sólo se da entre las mujeres, mientras que en pacientes jóvenes sólo es entre hombres.
El catedrático de psicología Martin Reuter sostuvo que eso último puede deberse a que los fumadores de mayor edad del grupo observado son adictos al tabaco desde los años cincuenta, cuando la presión social sobre las mujeres era mayor, lo que pudo hacer que la mutación tuviese más repercusiones.
Actualmente, en cambio, son los hombres los que están bajo presión por el cambio de roles que hay entre los sexos. Reuter explicó que ya algunos estudios había contemplado la posibilidad de que los dos genes tuvieran que ver con la adicción al tabaco y eso fue lo que llevó a su grupo a hacer una investigación de campo sobre la materia, con una muestra lo suficientemente amplia.
Fuente: EFE