Lo que en un principio fue una gran alegría se convirtió en un largo trastorno para Liliana, una mujer de Casilda que ganó la lotería pero, lejos de cobrar el premio, podría terminar pagando ella porque tendría todas las de perder en la Justicia. Es que la mujer reclamó con su billete cuando éste, según las condiciones del juego, habría vencido, y la empresa se negó a darle el dinero, un total de 6.000 pesos.

El hecho comenzó en mayo de 2004, fecha del sorteo, pero la ganadora se presentó recién un mes después, cuando tenía dos semanas para hacerlo. Por eso chocó de entrada con la negativa de la casa de loterías primero, y con la firma encargada del juego –el Brinco– después.

Por el término de cuatro meses se produjo un tire y afloje en el que, según la mujer, le pusieron innumerables trabas pero siempre con la promesa de pagarle, aunque en ningún momento apareció la plata, que debía abonarse en 500 pesos mensuales durante un año.

“Me pidieron hasta un certificado médico; y siempre me decían que me iban a pagar, que les dé tiempo, pero después me comunicaron que no iba a cobrar”, le contó Liliana, de 47 años, al móvil del periodista Gustavo Poles en Radio 2. “Yo me pregunto, si a los billetes prescriptos no los pagan, ¿para qué me hicieron ir tantas veces?”, planteó.

Sin una solución a la vista, la mujer decidió llevar el caso a la Justicia, y allí comenzó una nueva batalla que hasta ahora la tiene como perdedora. En primera instancia, el fallo favoreció a la otra parte. Y si la Cámara de Apelaciones ratifica esa decisión, Liliana no sólo se quedará sin su premio sino que deberá pagar hasta los costos del proceso.