En el marco de una investigación nacional, la policía provincial, por orden de un juzgado santafesino, realizó allanamientos en búsqueda de software ilegal en dos importantes locales comerciales dedicados a la venta, armado y servicio técnico de computadoras ubicados en pleno centro de las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé. Durante el operativo se incautaron 39 computadoras y más de 106 CDs con software pirata por un valor de 342.000 pesos.
Fuentes allegadas a la causa informaron que se trató de un duro golpe a las redes de comercios que compiten deslealmente mediante la venta de software sin sus correspondientes licencias. Los comercios contaban con áreas de servicio técnico y armado de computadoras de gran tamaño.
En la provincia de Santa Fe se han efectuado múltiples allanamientos a negocios que comercializan software ilegal. Como antecedente, el último el 25 de marzo en la ciudad de Rosario la policía incautó computadoras y CDs con programas apócrifos por un valor de 68.400 pesos.
De acuerdo al último informe de International Data Corporation (IDC) y BSA la tasa de Piratería del software en la Argentina durante 2008 fue del 73% reduciéndose en un 1% con respecto a 2007. En este sentido, Miguel Sciancalepore, Apoderado Legal de Microsoft para Argentina y Uruguay, sostuvo: “Creemos que llegar al 73 % del índice de piratería en la Argentina reduciendo un punto este indicador es positivo como resultado del trabajo realizado en conjunto entre el sector privado, el estado y la justicia durante el último año. Desde Microsoft acompañamos todas las acciones que defiendan la ley de Propiedad Intelectual y beneficien a la industria del software local en la generación de empleo e inversión en innovación, como factor clave para el crecimiento del país”.
También de acuerdo al último estudio de ID a nivel global, la piratería restó ingresos a la industria de software por 4,3 mil millones de dólares durante el último año. En Argentina le restó 339 millones de dólares. Este impacto afectó a toda la industria en la Argentina, fundamentalmente a las pequeñas y medianas empresas locales y a las personas que trabajan en ellas quitando recursos a la innovación, eliminando fuentes de trabajo y llevando a la fuga de talentos locales.