A la hora de justificar una infidelidad, se sabe, las excusas nunca faltan. Que el sentimiento de soledad, que se dio después de una pelea, que fue una sola vez, que, que, que. El colmo es que un grupo de cieníticos norteamericanos acaban de aportar la "última" excusa para justificar no haber sido fiel: le hace bien a las defensas.