De acuerdo a lo consignado por el diario Ámbito Financiero, el esquema consiste en que sean las propias compañías las que se consigan los dólares para pagar sus importaciones y como contraprestación, el ministro de Economía Axel Kicillof prometió eliminar las trabas que tengan a la hora de importar. Para esto, tendrán que financiarse desde sus casas matrices o colocar deuda en el exterior.
Sólo se verán afectadas las grandes firmas , sobre todo aquellas que no produzcan en el país o tengan un desbalance importante entre lo que importan y lo que exportan. Quedan fuera las automotrices, las Pymes, las empresas culturales y aquellas consideradas críticas, como la industria farmacéutica.
El sistema será revisado en abril y en mayo, a la luz de la liquidación de la soja.
Por otro lado, las firmas que demuestren capitalizaciones e inversiones en dólares podrán tener la posibilidad de comprar bienes y contratar servicios, por la misma cantidad de divisas.
La medida ya se anticipaba en enero, cuando el titular de Economía y de Industria, Débora Giorgi, solicitaron a unas 50 empresas que analicen posibilidades de financiar las importaciones, alargar los plazos de pagos de las mismas y buscar qué bancos del exterior financien importaciones argentinas en dólares.
Además, los funcionarios se mostraron abiertos a planes alternativos e incluso advirtieron que, de ser aceptadas esas ideas, se podría generar un trato preferencial en lo que hace a subsidios de energía o de créditos a tasa subsidiada.