Si la llegada de Grido Rosario causó en su momento la férrea resistencia de los heladeros locales y hasta una ordenanza del Concejo Municipal que limita la cantidad de locales que puede tener la firma cordobesa, su estrategia comercial para la temporada otoño-invierno promete meter más ruido: rebajó 10 pesos el precio del kilo de helado, llevándolo a un precio que rompe el mercado. Es que con 20 pesos va a costar menos de la mitad de lo que se paga en las llamadas heladerías artesanales.