Una de las diferencias entre la gripe estacional y este nuevo virus es que los casos graves, que normalmente se dan en las personas mayores de 65 y menores de 2 años, se están dando ahora en un tipo de población más joven.
Gripe A: por qué los jóvenes están más expuestos
Según Elsa Zerbini, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), a los grupos de riesgo convencionales se le suman los jóvenes “porque nunca desarrollaron defensas contra un virus de este tipo”
“La última epidemia por el virus H1N1 se dio en el año 1972. Toda la gente que nació después no estuvo prácticamente en contacto con el virus por lo que tiene menos defensas; por este motivo se enferma la población más joven”, explicó Elsa Zerbini, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y directora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Dr. Emilio Coni de Santa Fe, dependiente de la ANLIS Dr. Carlos Malbrán, encargado de reunir las muestras de la ciudad de Santa Fe y del norte provincial que se envían a Buenos Aires para ser analizadas.
Sin embargo, aclaró la investigadora, la población más propensa sigue siendo la misma. “Las embarazadas, sobre todo en el primer trimestre, los asmáticos o las personas con enfermedades respiratorias crónicas y quienes están inmunodeprimidos. Todas esas personas deben tomar especial precaución para evitar el contacto con factores de riesgo”, enumeró. A su vez, Zerbini advirtió que las personas de más de 65 años tienen que tener un especial cuidado, por más que no está atacando especialmente a los ancianos, y también los menores de dos años porque son inmunodeprimidos por naturaleza.
El propio cuidado personal es la recomendación en la que coinciden los especialistas. “Las personas enfermas no deben ir a trabajar aunque tengan un cuadro de lo que se llama una gripe leve. Tienen que hacer ellas mismas un autoaislamiento y quedarse en sus domicilios”, recalcó Zerbini.
Todas estas medidas apuntan a la precaución pero sin entrar en el pánico, ya que el único objetivo es evitar que continúe la diseminación de la enfermedad y de este modo se intenta evitar que afecte a los grupos más vulnerables que son los que resultarían más afectados. “La situación no es tan alarmante como para que estemos todos con barbijos. Si los enfermos se quedaran en sus casas y no saliesen, los jóvenes evitasen concurrir a lugares cerrados donde se concentran muchas personas, habría menos contagio”, destacó la investigadora.
“No hay que entrar en pánico, no se está muriendo más gente de la que se muere de una gripe estacional, ya sean personas mayores que sufren una complicación de una neumonía o los menores de dos años en epidemias de influenza común, pero de eso la gente no se entera. Ahora como estamos hablando de una gripe nueva todo el mundo se entera y todo el mundo está alerta”, analizó Zerbini.
La investigadora enfatizó en la necesidad de la consulta con el médico y recomendó evitar la automedicación y no menospreciar los síntomas, especialmente porque los casos de la nueva gripe aparecieron en población que no es la típica.
“Como preventivo, se le da a una persona que integre un grupo de riesgo que haya estado en contacto con un enfermo. Cuando se utiliza como tratamiento no cura la enfermedad, pero permite que el cuadro sea más leve”, comentó.
“Como no sabemos totalmente cómo se va a comportar esta gripe, sólo el médico nos va a decir si se está comportando como una gripe común o si hay una complicación”, agregó la especialista.
Fuente: Prensa UNL