El ALK deshace el vínculo entre los nutrientes de la dieta y el crecimiento neural. El primer paso del equipo de Alex Gould (Instituto Nacional para la Investigación Médica en Londres) fue determinar si sería posible reproducir en laboratorio el mismo tipo de desarrollo preferencial del cerebro que se produce en los humanos. Los autores del estudio analizaron moscas de la fruta mientras estaban en su fase larval, ya que es cuando se da la mayor parte de su crecimiento.
La primera sorpresa de los investigadores surgió cuando deshabilitaron las vías de detección de nutrientes que responden a la insulina y a aminoácidos, que son esenciales para el crecimiento de muchos tejidos diferentes. Sin esas vías funcionando del modo apropiado, casi todas las partes del cuerpo de las moscas dejaban de crecer, pero las células madre neurales del cerebro seguían adelante con el desarrollo cerebral.
Las comprobaciones adicionales revelaron que la activación del ALK en el cerebro permite que las células madre neurales crezcan sin la necesidad usual de la señalización relativa a la insulina y aminoácidos.
Fuente: Noticias de la Ciencia