La capilla ardiente del tenor italiano Luciano Pavarotti, fallecido por un cáncer de páncreas, recibe visitas en forma incesante. Es que todos se acercan hasta la catedral de Módena (norte) para darle su último adiós.

Poco antes de la reapertura, unas pocas decenas de ciudadanos se habían concentrado ya a las puertas del Duomo modenés, y aunque sin que se hayan formado grandes colas, no paran de llegar ciudadanos en un día laborable para la ciudad.

Una de las mujeres que esperaba señaló a la prensa antes de acceder a la catedral "que desde hoy Módena es un poco más pobre".

En la plaza grande donde se sitúa el templo se han instalado tres mesas en la que se ha abierto un libro de firmas y a las que se acercan muchos ciudadanos para dejar impreso su nombre. En cada una de ellas hay una foto de un sonriente Pavarotti en blanco y negro.

Los funerales se celebrarán este sábado en la misma catedral.