Algo extraño sucede en Necochea. Los responsables de los operativos de alcoholemia notaron que muchas personas que eran detenidas en infracción y luego iban al juzgado eran absueltas. En todos los casos se trataba del mismo magistrado: el juez correccional Mario Alberto Juliano. La polémica explotó luego de que salieran a la luz los argumentos del juez en uno de sus fallos, en los que considera que  "la acción de beber, moderadamente o en exceso, forma parte de la forma de conducción de la vida que cada uno escoge" y agrega que “lejos de contravencionalización, debería ser merecedora de ayuda y auxilio”.