La internacionalización es desde el punto de vista de George Haddad, director de la División de Educación Superior de la UNESCO, sinónimo de oportunidades de cooperación, redes, educación transfronteriza y reconocimiento de proyectos y programas de calidad: “Es importante crear un ambiente de movilidad y la renovación del espíritu de la Edad Media cuando la movilidad era natural para estudiantes, investigadores y profesores”, enfatizó el funcionario y remarcó: “Cuando hablamos de acceso, el tema es cómo ofrecemos oportunidades para todo tipo de estudiantes para poder ingresar a instituciones de educación superior.
“Instituciones públicas y privadas son parte del mismo desafío”
George Haddad, director de la División de Educación Superior de la UNESCO habla de los principales desafíos de la educación superior: acceso, equidad y calidad que deben ser garantizadas tanto por instituciones públicas como por privadas
La equidad (que incluye inclusión social), es tomar en cuenta las minorías, personas con necesidades especiales y género. La calidad tiene dimensiones distintas. La dimensión humanista consiste en la enseñanza a los estudiantes a tener una visión crítica y amplia del mundo. La dimensión de valores consiste en cómo manejamos temas de ciudadanía y responsabilidad social. La dimensión socio-económica consiste en como ofrecemos un mejor entrenamiento inicial y a lo largo de la vida, brindando la posibilidad de estudiar, recuperar y renovar el conocimiento. Queremos crear ciudadanos de la internacionalizacion que puedan atender las necesidades nacionales con movilidad y promover el intercambio de investigación y conocimiento”.
La cooperación es un aspecto igualmente importante en la dimensión de la internacionalizacion desde el planteo de Hadad: “Debemos promover en las universidades del mundo el tema de los asuntos nacionales así como también la contribución hacia el mundo globalizado a través de redes, intercambio del conocimiento, cooperación para la investigación y reconocimiento de la calidad transfronterizas.
En cuanto a la vigencia de los principios establecidos en la Conferencia Mundial de Educación Superior de 1998, Haddad explicó: “Los principios de calidad, pertinencia, y cooperación son universales y siguen siendo válidos hasta hoy. Sin embargo, el mundo está cambiando rápidamente. Una de las mayores tendencias actuales es el crecimiento de la privatización de la educación superior, especialmente en países en vías de desarrollo. A pesar de nuestra creencia que la educación es un bien público social, no podemos forzar a los países con pocos recursos a limitar su capacidad de promover únicamente la educación superior pública. La solución es posible si aseguramos pertinencia y calidad sin importar si las instituciones son públicas o privadas. Debemos reconocer que la privatización es una tendencia real.
Desde la perspectiva de la UNESCO, tenemos el rol de mantener el objetivo de la educación superior como un bien público social y también apoyar a los países en vías de desarrollo a evaluar las instituciones privadas para mantener los mismos patrones de las universidades públicas y evitar corrupción, fraude y mala calidad”, aseguró.
Con relación a las expectativas frente a la Conferencia Mundial de Educación Superior que se desarrollará en el 2009, Haddad expresó su deseo de “que la UNESCO construya una plataforma intelectual real para el diálogo, intercambio de conocimiento y experiencias, concentrándose en el objetivo principal de ayudar a instituciones y países a construir una educación superior y sistemas de investigación de alta calidad. Debemos tener la capacidad de proponer, de ser pragmáticos y definir líneas importantes de acción para los próximos diez años. Como es de conocimiento general, África es nuestra prioridad. La Conferencia discutirá los desafíos de Educación Superior e investigación en África, que es la solución para la construcción de sociedades equitativas de conocimiento. Esto exige involucrar no solamente a las instituciones de educación superior sino también los Estados Miembros, organizaciones internacionales y no gubernamentales y los bancos regionales de desarrollo. La UNESCO es la única con la capacidad de unir a todos los actores en una meta común”.
Sus expectativas también están ligadas al fortalecimiento, renovación y reforma de las estrategias nacionales de educación superior de los Estados Miembros, así como el mejoramiento de las políticas públicas regionales: “Nuestros documentos y declaraciones deben ser los instrumentos que faciliten acciones concretas. Queremos incentivar la participación de los países en un proyecto de diez años que refleje los desafíos de la educación superior y programen acciones en áreas como la calidad, equidad, inclusión, respeto de valores, desarrollo sustentable, etc. Nuestro papel es crear e iniciar actividades pragmáticas que son apropiadas para cada uno de los países que participan. Ellos tienen que sentirse motivados y preocupados por los asuntos discutidos”.
Haddad también habló acerca del rol de la UNESCO en este proceso: “debe mantener una dimensión intelectual y ser una plataforma para el diálogo que resulte en actividades concretas a través de la motivación de países, Estados Miembros e instituciones para que todos sean parte de esta dinámica. El título de la Conferencia "Las Nuevas Dinámicas de Educación Superior y Investigación para Cambios Sociales y Desarrollo" refleja esta ambición.
Queremos que cada Estado Miembro decida ahora que desea ser parte de esta transformación. Nosotros no estaremos en contra de los sistemas de instituciones privadas y públicas, queremos que sean todos partes del mismo desafío, sirviendo a las necesidades sociales y humanas, buscando calidad y construyendo capacidades en todos los niveles, construyendo una sociedad de conocimiento, sin excluir países por su tamaño o nivel de desarrollo. Por el contrario, la UNESCO debe movilizar países fuertes para ayudar a los países menos fuertes.
“Es crucial determinar los parámetros de éxito, que es uno de los objetivos de la Conferencia. Esto puede incluir la participación y contribución para el desarrollo socioeconómico, democracia y inclusión, para conocimiento de que la calidad en educación superior es accesible a todos por sus méritos. Tenemos ejemplos de países que reconstruyeron su identidad a través de la educación superior y la investigación después de períodos de guerra, colonialismo, etc. La República de Corea, por ejemplo, ha invertido mucho en la educación superior, investigación, innovación tecnológica con muchos resultados positivos. Israel es otro ejemplo de un país que coloca la educación superior y la investigación por encima de la agenda política e invierte en investigación, la inteligencia individual y colectiva. Es esencial enfocarnos en los desafíos económicos. No podemos simplemente decir que la educación superior está en primer lugar y el desarrollo económico en segundo. Estas áreas están interconectadas. Educación tiene que ser concebida de forma circular donde los diferentes niveles: primario, secundario, técnico, vocacional y terciario están en un mismo círculo con un centro único que es el desarrollo humano y social. Es fundamental concentrarnos en todos los niveles de educación al mismo tiempo”, enfatizó Haddad.
La Conferencia Mundial de 2009 debe consistir –desde la visión de este funcionario- en una movilización global de energías y capacidades para concretar acciones. Reconozco que el desafío para la UNESCO, después de sesenta años de existencia, es reconstruir, reforzar la confianza en toda la sociedad. Debemos ser un aliado confiable donde los países puedan encontrar conocimiento y apoyo para así compartir desafíos y estrategias para la construcción de sistemas fuertes de educación superior que sirvan para el desarrollo humano. Como una plataforma global, la UNESCO tiene el desafío de convertirse en "memoria del futuro" asegurando una conexión entre pasado, presente y futuro”.
“Cuando hablamos de investigación, ciencia y desarrollo es importante mantener una visión ampliamente humanística. En el siglo XIX, el matemático alemán Carl Gustav Jacobi escribió al matemático francés Legendre sobre las ideas de otro matemático francés: Joseph Fourier. El intercambio dio a luz a las diferentes visiones sobre los fines de la ciencia. Fourier pensó las matemáticas como una ciencia para resolver problemas. Él, tuvo una influencia considerable en el uso de las matemáticas para promover el progreso científico, mas su visión era esencialmente pragmática y utilitaria. Para Jacobi, el papel de la matemática era el de una ciencia no solamente para resolver problemas, sino para anticipar, construir una visión, para anticipar el futuro. Yo pienso que el papel de las ciencias hoy no es solamente responder ante necesidades, sino también servir y honrar la mente humana, la aventura humana. Esta es la misión de la UNESCO y no existe otra organización que puede hacer este papel”, concluyó el funcionario.
Fuente: IESALC