Losada Marrodán fue, además, asesor de las Naciones Unidas y del BID, donde se desempeñó como especialista en gestión y reforma del sector público. Por eso sabe lo que dice cuando explica en qué consiste la profesionalización de la función pública.
"La buena administración pública es fundamental. ¿Vale la pena la formación? Sin duda, pero es más importante que los funcionarios públicos estén sometidos al imperio de la ley y a las limitaciones propias de la ley.
"Deben ser elegidos por el principio de mérito y capacidad. Es clave en la mayoría de los países del Cono Sur que el ámbito de decisión de designación de cargos públicos quede muy limitado. Y que debajo de esos cargos políticos haya funcionarios de carrera, con continuidad en su gestión de políticas públicas, que han adquirido su posición por sus antecedentes y que responden a los intereses generales del país, no a los intereses del partido que está en el gobierno en ese momento."
Ante el panorama de desempleo propone un eficiente seguro de desempleo, y ante la pobreza, dice: "Una sociedad desarrollada tiene que ser capaz de ofrecer a los ciudadanos un salario mínimo que no permita que lleguen a situaciones de miseria. Dicho eso es un riesgo enorme darlo indefinidamente y sin condiciones. Una buena política de desempleo es invertir en formación".
Para esto, un ejemplo: "La inversión en educación es en el mediano plazo de las más rentables que pueda hacer un país. No sólo es invertir más dinero en ella, sino también organizarla mejor. Es una prioridad absoluta. Según estudios del Banco Mundial, en el sudeste asiático en los años 70 y 80, gracias a una gran inversión en capital humano, se calcula que 800 millones de personas salieron de la miseria a través de la educación primaria. Es importante que el estado garantice el acceso de todas las personas a la educación y para que esto suceda hay que pagar, hay que invertir. El estado debe garantizar altos estándares de educación".
Especialista en management y autor del libro ¿De burócratas a gerentes? , dice: "Desgraciado el país que no valore la actividad empresarial, porque no tiene un muy mal futuro. En la historia de la humanidad el modelo que ha generado más riqueza y más posibilidades de crecimiento económico es un modelo de libre empresa dentro de una democracia que tiene una administración pública capaz de controlar a ese libre mercado, que lo sabe regular. Pero sin el motor que representa la empresa privada no hay nada que repartir".
Desde el punto de vista de este catedrático, “no hay sociedad con éxito que no tenga una buena administración pública. El motor privado no tiene dirección sin ella. Sin un Estado, sin una administración pública eficiente, no funcionarán de manera eficiente los mercados; ni habrá crecimiento económico, ni cohesión social que permita que aquellas desigualdades del mercado puedan ser corregidas”.
“En la administración pública –agrega- las posibilidades de corrupción son muy altas. La elección a un cargo público debe ser por mérito y capacidad, no por amistad o afinidad política.Se trata de personas que son sometidas a la ley, pero también que tienen una cierta protección ante la presión, ante la arbitrariedad que pueda generar el político. Con este perfil de gente se puede llegar a administraciones muy eficientes, como en Finlandia, Dinamarca, Holanda. Y aquí tienen ustedes unos vecinos, los chilenos, que tienen una administración pública envidiable. Después, hay que sostener su continuidad. Por ejemplo, en Suecia, después de aproximadamente 40 años de gobierno de la socialdemocracia, ha ganado un partido conservador liberal, que cuando llegó al poder cambió sólo a 100 personas”.
Con relación a los países del Mercosur Losada Marrodán expresó: “Si usted va a un modelo de países del Mercosur, entre un gobierno y otro cambian prácticamente todos. Con estos procesos se rompe la continuidad de las políticas públicas y se somete al funcionario al capricho, a la arbitrariedad de los políticos. La función pública debe responder al interés general, no al interés partidista”.
Mejorar la educación siempre está en el discurso político, el director de ESADE explica que “hay un informe que cada año elabora la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD), que se llama el informe PISA. La Argentina no participa, pero sí México, Canadá, España, Italia, Estados Unidos, y una cantidad de países más. Ellos tienen este programa, a través del cual se conciertan en los colegios privados y estatales de manera inesperada exámenes estandarizados muy parecidos en diversos países. El examen es voluntario y anónimo. Así se mide el nivel comparado que tienen distintos países y sectores. A España no le va muy bien”.
Para lograr la recuperación económica Losada Marrodán propone que “a corto plazo, hay que estimular la economía. También debe funcionar bien el seguro de desempleo. En España es relativamente protector, dura 18 meses. El monto depende de varios factores; por ejemplo, cuánto tiempo se lleva trabajando. No llega al 100% del sueldo, pero puede llegar a cantidades altas. De todas maneras, no tener trabajo no deja de provocar en la persona un impacto negativo, aunque haya seguro de desempleo. Nosotros no tenemos el modelo más idóneo”. También expresó la necesidad de “estimular la economía con un incremento del gasto público, pero no sólo en obra pública; que, dicho sea de paso muchas veces se hace sin la necesidad real de esa obra. En economías desarrolladas, los factores que mejoran la productividad son elementos vinculados con la educación, la ciencia y la tecnología”.
Indagado acerca de cuáles piensa que son las “carreras del futuro” Losada Marrodán respondió: “Yo diría que en los países con cierto nivel de desarrollo, las carreras técnicas son muy importantes. En España tenemos un déficit importante en ingenieros y tecnólogos. De hecho, si uno mira las políticas de inmigración de Estados Unidos o de la Unión Europea, es sorprendente ver que los visados se orientan a este tipo de profesiones: informáticos, ingenieros industriales; y también, sobre todo en Europa, enfermeras y médicos, que son profesiones en las que habrá carencias”.
Como especialista en liderazgo, el director de ESADE se refirió a las capacidades que hoy se requieren en este contexto de crisis mundial: “La capacidad de gestión de las habilidades interpersonales. Si uno analiza un puesto directivo un 80 o 90% de su tiempo está dedicado a la relación con otros. Tiene que haber entonces capacidad de convicción, de negociación, capacidad de resolución de conflictos, liderazgo. Otro factor es que antes la formación directiva era muy limitada, hoy cada vez las organizaciones y tecnologías son más complejas. Las capacidades intelectuales, de análisis, solidez, síntesis para ver un problema y proponer soluciones. Son habilidades cognitivas cada vez más importantes. Y detrás de esto, tiene que haber un proceso de autoconocimiento de las habilidades; las debilidades; el carácter; qué genera seguridad y qué genera inseguridad. Esta tercera habilidad entonces es el autoconocimiento, la introspección, que permitirá mejorar sensiblemente el resto de las habilidades”.
Para concluir habló de cómo se valora a los argentinos en España: “En general están muy bien valorados, por formación, por su capacidad para adaptarse, por cultura compartida. Hay una visión de un argentino que cuando llega a España tiene muchas ganas de progresar, de ir para adelante, de luchar mucho, lo que es muy bueno”.
Fuente: La Nación