El gobierno nacional investigará a una empresa que vende agua del río de la Plata cuyos propietarios reivindicaron la oferta y dijeron que hasta el momento no han cerrado ningún negocio por el alto costo del flete. La oferta de la firma Makhena despertó pedidos de investigación de algunos legisladores que se hicieron eco de rumores que indican que ya hay buques tomando agua de otros ríos como el Paraná.
Investigan a una empresa que ofrece exportar agua de los ríos
El gobierno nacional tiene en la mira a la firma Makhena porque ratificó la intención de exportar el recurso. Los empresarios dicen que extraen del Río de la Plata. Sin embargo, legisladores locales habían advertido que hay buques tomando en el Paraná
La empresa en cuestión se llama Makhena y ofrece "agua dulce a granel, cruda, sin tratamiento, de ríos de llanura de Argentina".
"Tenemos interesados en Israel, España, Argelia, Tanzania e islas del Caribe. Pero por ahora no pudimos concretar ninguna operación porque los costos de los fletes son muy elevados", aseguró el ingeniero Alberto Cholewa, uno de los cinco socios de la firma.
El empresario recordó haber hecho este negocio en la década de 1980 y consideró que su actividad no perjudica a nadie sino "todo lo contrario: deja divisas al país".
"Puedo entender que se prohíba la extracción de agua de las napas, pero acá hablamos de agua del río de la Plata", sostuvo Cholewa.
Voceros de la Aduana explicaron al diario Clarín que "no está tipificada la exportación de agua de río", mientras que la experta en geopolítica y medioambiente Elsa Bruzzone admitió que "hay un vacío legal" en la materia.
Cholewa explicó que la lógica de su empresa es que "lo que no está prohibido, está permitido" y precisó cuál será la estrategia de la compañía para hacer rentable el negocio.
"Un barco puede cargar 70 millones de litros de agua, que podrían venderse a unos 70.000 dólares. Podrían quedarnos unos 55.000 de ganancias, pero el problema es el transporte en barco, que cuesta cerca de dos millones de dólares", afirmó.
"Con un flujo constante de barcos, por ejemplo cuatro a la semana yendo y viniendo, sí bajarían los costos del flete y cerrarían los números", apuntó.