La preocupación más común a la hora de llevar a un bebé a la guardería es si esta situación lo expone a mayores amenazas para la salud. Un estudio afirma que aunque los niños que van a la guardería desde bebés tienden a padecer algún problema respiratorio como asma o alergias en los dos primeros meses, esta situación va cambiando a medida que cumplen años y no supone problemas posteriores para la salud.