“Fue el tatuaje más difícil que hice en mi vida”, dijo su tatuador, el neoyorquino Bang Bang, responsable de la tinta que ostentan con orgullo artistas como Rihanna y Katy Perry.
Así –según publicó el portal de noticias TMZ– “Biebs” sumó otro tatuaje y se convirtió en noticia, aunque no por la parte de su cuerpo que eligió para que se lo dibujaran sino por el lugar en el que se concretó.
Para poder trabajar tranquilo, Bang Bang adaptó el avión privado de Bieber y lo hizo parecer lo más posible a su estudio en la Gran Manzana. Sin embargo, tatuar esas siete letritas en medio de turbulencia no fue tarea sencilla.
Con todo, el vocalista quedó satisfecho.