Tras el fallo adverso en la Justicia de Estados Unidos, el ministro de Economía Axel Kicillof aseguró que el gobierno sigue dispuesto a pagar la deuda del país pero avisó: “No vamos a arreglar de cualquier forma”. En ese sentido, adelantó que abrirán un nuevo canje de deuda para pagar a los bonistas en la Argentina y así evitar embargos. Además, enviarán abogados para reunirse con el juez Thomas Griesa.
"Están atentando contra la reestructuración de la deuda, con una quita cercana al 70 por ciento", afirmó el funcionario sobre el planteo de los denominados fondos buitres, los únicos que no acordaron con el Estado argentino tras el default de 2001.
"Si se aplicara el fallo del juez Griessa y Argentina se viera obligada a pagar a los fondos buitres esto empujaría a Argentina a un default", aseguró Kicillof y aclaró que no se trata de 1.500 millones de dólares que reclaman esos grupos especuladores sino de 15 mil millones, porque todos los acreedores (el 93% que ya acordó) se verían en condiciones de hacer el mismo planteo al país.
“No somos el gobierno del default, vinimos a normalizar el megadesastre del 2001”, dijo el ministro, que comparó a los fondos con los "caranchos de la película". Enseguida adelantó, en el marco de una conferencia de prensa de 45 minutos: “Vamos a tomar todos los recaudos para pagar nuestra deuda reestructurada”. Lo mismo dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner este lunes.
“Van por todo”, dijo el funcionario y alertó que hay 900 demandas contra bienes argentinos embargables, como la Fragata Libertad, el Tango 01, reservas de jubilados, entre otros.
Kicillof explicó que el fallo ordena embargar cualquier pago argentino a los bonistas de la reestructuración para entregárselo a los fondos buitre. Por eso, reiteró, que el problema no son los 1.500 millones de dólares de los especuladores sino los 15 mil millones extras afectados a la deuda reestructurada.
“Los buitres son buitres porque no negocian. Si tuvieran voluntad lo harían como el 93 por ciento de los acreedores que negociaron, acordaron y están cobrando”, aseguró y recalcó que ese grupo compró los bonos para ir a juicio y "hacer este negocio, que han hecho en otros países".
"Cuando el país está en el piso compran barato y cuando está creciendo van y reclaman", definió su mecanismo de acción.
El juicio
El lunes la Corte Suprema estadounidense rechazó el planteo de la Argentina y dio la razón a los "holdouts" (o fondos buitres) que se presentaron ante la Corte de Apelaciones de Nueva York para pedir que se levante "de forma inmediata" la medida cautelar que impide la ejecución de los fallos adversos al país.
Ahora el gobierno puede pedir una "reconsideración" (rehearing) del caso y tiene un plazo de 25 días para hacerlo. Aunque el trámite sería rechazado.