La práctica comenzará en la primera hora de 2009 y se extenderá en todos los barrios durante varias horas de la madrugada, en un ritual que no registra antecedentes en otros puntos del país.
Este año se registraron 140 muñecos en la dirección de Control Urbano municipal, que cumplían con ciertas disposiciones, como no superar los seis metros de altura y tener una distancia de 300 metros entre sí en las esquinas barriales y de 100 metros en las zonas periféricas, como la avenida Circunvalación.
Los muñecos son construidos por vecinos en estructuras de hierro y madera, a la que se agrega papel maché y, si el tiempo para construirlo lo permite, pintura en aerosol y apliques de otros materiales.
Una de las figuras más repetidas este año fue la del oso protagonista de la película infantil "Kung Fu Panda", del cual se registraron siete muñecos en distintos barrios platenses.
Los vecinos también armaron otros con motivos inspirados en espectáculos para chicos, entre los que se destacan tres "Chavos del 8", otros tantos del robot "Wall-E", dos "Bart Simpson", un "Tom y Jerry", un "Hombre Araña" y un "Dragon Ball".
Además habrá muñecos alusivos a la política, como el del presidente electo de Estados Unidos "Obama"; de personajes mitológicos, como "Rómulo y Remo", y temas religiosos, como una recreación de "La última cena".
La práctica, mayormente promovida por los jóvenes, incluye en las noches previas el pernocte de los chicos en campamentos junto a sus creaciones, a fin de evitar que barrios "rivales" o manos anónimas los quemen antes de tiempo.
Aproximadamente a la 1 comienza la quema de los muñecos, que están cargados con pirotecnia y aerosoles, lo que genera explosiones que se escuchan a gran distancia, y luego sigue una fiesta con baile y música alrededor de las cenizas hasta las primeras luces del día.