García le explicó al conductor de A Diario, Alberto Lotuf, que es una costumbre uruguaya bautizar con apodos a las personas y a las cosas, pero que de ninguna manera “es una forma de insultar”. Así interpretó el mote de “vieja” que Mujica le puso a la presidenta Cristina Fernández, y el de “tuerto”, que recibió su difunto esposo.
Aunque admitió que una mujer puede verse afectada por este tipo de rótulos, aseguró que el mandatario no se lo dijo con malas intenciones. Pese a ello indicó que “la Argentina lo tomó como si fuera una declaración informal de guerra”, lo cual a su entender es lisa y llanamente exagerado.
“La Cancillería argentina no ha entendido nada, fue un comentario al pasar”, dijo García quien opinó: “La relación entre Argentina y Uruguay es demasiado importante para ambos países como para entrar en este tipo de pelotudeces”.