La preocupación de la Iglesia por la extensión del conflicto agropecuaria, que se traduce en la convocatoria urgente del Episcopado para analizar la situación, sumó este martes las voces del arzobispo de Rosario, Mollaghan, y del obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña, quienes coincidieron en la necesidad urgente de recomponer el diálogo y criticaron con dureza, especialmente el segundo, al gobierno.
“Hay que pensar que un llamado fervoroso para dialogar y reflexionar en la necesidad de arreglar las cosas. Es la patria la que siente en carne propia toda esa situacón que ya lleva tantos días”, afirmó Mollaghan, en diálogo con el periodista Luis Novaresio, por Radio 2. Y agregó: “Dialogar no es claudicar”.
Implícitamente, el obispo cuestionó al gobierno por desoír que hay “tanta gente unida en un pedido de que se solucione” el conflicto y que el campo no es como se lo ve desde Buenos Aires. “Necesitamos un acuerdo lo más pronto posible”, afirmó, al tiempo que admitió que está preocupado por la paz social.
“Evidentemente es una preocupación de todos la paz social. Motivos de preocupación, porque no hay voluntad de dialogo y sin dialogo es imposible que esto se solucione”, dijo por su parte Piña, para quien “el gobierno tiene una responsabilidad mayor poque es justamente gobierno”.
Y abundó: “Todos queremos la paz social, pero sin justicia no habrá paz. Si no se atiende un justo reclamo la paz no se va a dar”.